Cuando la muerte toca a tu puerta, el tiempo se detiene, tus sentidos te atormentan, las lagrimas caen mientras tu alma grita.
¡La muerte! El beso del olvido, un sueño profundo del que nunca verás un nuevo atardecer, ¡oh, maldito sufrimiento!
Tu cuerpo pesa, ya no estás en capacidad de mantenerte en pie, las extremidades de un cuerpo sin alma comienzan a temblar, tus piernas no responden y tu corazón está a punto de estallar.
Los sollozos del inframundo penetran en tu mente, mientras tu mirada y la suya toman caminos por igual, pronto todo terminará; sabes que cada suspiro podría ser el último.
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