En el paraíso encuentro todo el odio y desprecio que siento hacia aquello a lo que se le denomina "ser" mi mente está colmada de repugnancia hacia todo los que me rodea y en especial a mí, odio lo que fui y lo que soy.
Lo que separa mi ser y la realidad es este cristal que se posa ante mis ojos, cegados por este mundano existir.
Soy incapaz de abrir mis ojos y traspasar esta barrera que se posa ante mí, mi vida se ha difuminado.Todavía resuenan los tambores de mi inquisidor y el frío rose del acero apuñalando el aire.
He decidido morir en el aleteo de una mariposa, rodeado de repisas en la biblioteca del ser.
"la muerte es como el revoloteo de un mariposa; su vuelo es maravilloso, pero a la vista de ojos mundanos se convierte en una desgracia"
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